Las actividades económicas de las familias que habitan la provincia de Espinar, en el Cusco, son referentes importantes para entender su dinámica poblacional. Por su configuración geográfica altiplánica, la ganadería de camélidos se ha desarrollado en esta provincia desde épocas muy antiguas, pero luego, a raíz de la presencia europea en Perú, toma mayor importancia la crianza de vacunos y ovinos como medio de subsistencia económica en estas poblaciones. Posteriormente, desde mediados del siglo XX, se inició la actividad minera de gran escala tecnológica, lo que sustituyó la ganadería como principal fuente de ingresos. En la actualidad, la minería tiene un alto grado de importancia en la economía de los hogares de la provincia de Espinar y sus distritos. El crecimiento de la actividad minera ha dividido a la población en obreros mineros y pastores de puna. La capacidad económica de la primera empieza a imponerse a los usos y costumbres de la población urbana, fundamentalmente Yauri, la capital provincial. La urbanización de Yauri es típica de ciudad minera, mostrando nuevas construcciones de viviendas para el alojamiento de trabajadores foráneos, hoteles, restaurantes, discotecas y bares, los cuales se reproducen en forma acelerada. La explicación de esta «mejor situación» de Yauri, se debe a su categoría de capital provincial, pero aún más a su cercana relación con la actividad de las empresas mineras Xstrata, Antapacay, Quechua y Gold Plata. Las actividades de los gobiernos locales y la fundación que financia la minera Xstrata para los proyectos sociales, consisten en la mayoría de los casos en obras urbanas de saneamiento básico. Estas obras son servicios complementarios que incentivan a los propietarios individuales así como a los arrendatarios temporales a mejorar las condiciones de vida en sus hogares. Es en los distritos periféricos a la ciudad de Yauri donde se concentran los mayores niveles de pobreza y extrema pobreza. Estas zonas son habitadas por familias alpaqueras, que continúan aferradas a su actividad ancestral aprendiendo, entre sorprendidos y en proceso de adaptación, a convivir con la pujante comercialización y los servicios de comunicación telefónica, que han roto su aislamiento. Sus indicadores de pobreza son elevados, pero sobreviven dedicados a la ganadería alto andina.
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Issue Date | 2012 |
Rights Holders | Practical Action Perú |